Ester Huneeus Salas, hoy Marcela Paz nació en Santiago de Chile en los remotos años de 1903 el día 29 de febrero**, y desde muy chica sintió la necesidad de escribir y ... escribir. Cuando la casa estaba en silencio y los hermanos dormían, se sentaba en su cama y llenaba cuadernos y cuadernos con cuentos y novelas que iban creciendo con ella. Nunca los leía. A medida que fue creciendo quiso ensayar su suerte y comenzó a mandar sus cuentos a revistas, editoriales, diarios, etc., con diferenten seudónimos, guardando su secreto. Muchas veces fueron ignorados, pero también poco a poco los vió aparecer en revistas y diarios. ¡Imagínense su entusiasmo! Y así, un buen día, se atrevió a darle a leer a un buen crítico (Alone) una colección de cuentos inéditos. Y fue él quien la estimuló a publicarlos. Así apareció el primer libro: "Tiempo, papel y lápiz".- Poco después otra colección de cuentos, "Soy colorina", obtuvo el premio "Club Hípico" y el premio "Andes".
Marcela Paz se casó con José Luis Claro, tuvo cinco hijos y aunque siempre anduvo escribiendo, no publicó hasta 1947, en que Papelucho fue premiado en un Concurso Rapanui. Ese Papelucho la arrastró a continuar la deliciosa tarea de escribir, y así fueron saliendo "La vuelta de Sebastián" (novela), "A pesar de mi tía" (novela), "Papelucho casi huérfano", "Papelucho historiador", "Papelucho detective", "Papelucho en la clínica"...[ siguen otros títulos ] y "Caramelos de luz", una colección de cuentos para niños muy chicos. El Papelucho tiene dos ediciones en francés y está traducido al ruso y al japonés.
Sobre Marcela Paz puedo agregarles poco más: sus hijos crecieron, se han casado y hay una docena de nietos. Ahora es viuda y viejita, pero todavía goza escribiendo, especialmente para los niños. De viajes ha realizado pocos (para lo mucho que goza con ellos) pero estuvo tres veces en Argentina (la última hace dos años invitada a un congreso de escritores de Mendoza). Es gran admiradora de los escritores argentinos, de los ingleses, de los nórdicos. Estuvo dos veces en Europa (vivió en París mientras estaba soltera algunos meses) y conoce Estados Unidos, México, Canadá, Venezuela...
Aparte de escribir ha tenido otros hobbies: escultura, cerámica, tallados en marfil, madera, esmalte y decoración. Hoy día sus manos solo usan palillos para tejerles a los nietos. Pero ninguno le ha dado mayor felicidad que escribir...
Espero que esto sirva como base de biografía y que entre los amigos de Papelucho haya muchos escritores que gocen escribiendo.
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